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Editorial

EL TRABAJO EN EL CAMPO Y LA ECONOMÍA SOLIDARIA

Hoy se celebra el día internacional del trabajador y la Cooperativa De Mano en Mano se solidariza con los trabajadores y trabajadoras rurales que con su labor y lucha incansable han sido protagonistas del desarrollo del país.

El campo es un territorio muy importante para Colombia y para el mundo, su importancia reside en que es ahí donde se producen los alimentos y donde está la mayor parte de la fauna, la flora y el agua, elementos fundamentales para la existencia de la humanidad. Por lo anterior, su población debería ser objeto de la mayor protección y garantía de derechos, ya que, además de trabajar la tierra, la preservan.

Colombia es un país esencialmente rural, el campo y los que lo trabajan han sido protagonistas no solo de su desarrollo, sino de la construcción de la paz territorial, puesto que ha sido la disputa por la tierra el elemento central del conflicto social y armado y sus habitantes las principales víctimas.

Los debates sobre la ruralidad y la reforma agraria en Colombia han sido ampliamente tratados por la sociedad. Organizaciones campesinas, afros, indígenas, organizaciones insurgentes, algunos sectores de la política, entre otros, han expuesto los problemas del campo: el abandono estatal, la falta de inversión, la violencia generada por las economías ilícitas, hablando del narcotráfico, la minería, y otros conflictos derivados. Problemas que no solo afectan el campo, sino al país en general.

Las luchas colectivas y los esfuerzos de la comunidad rural organizada han hecho que la sociedad mire al campo y se dé cuenta de que sus reivindicaciones son justas y necesarias. Hablando, por ejemplo, de la producción y la comercialización de los productos del campo, encontramos una gran inequidad en estos procesos. El trabajo de los agricultores no es equivalente a su remuneración y esto tiene varias causas: para sacar de los territorios lo que cultivan deben realizar grandes esfuerzos, ya que no hay carreteras o las que hay, están en pésimas condiciones, esto ya se traduce en gastos, además, deben competir con los precios de los mismos productos que llegan importados a muy bajos precios (consecuencia de los tratados de libre comercio pactados por anteriores gobiernos). Otro elemento que hace quebrar a los trabajadores del campo es que no hay políticas fuertes de apoyo al agricultor, en cuanto a comercio y protección frente a las crisis económicas y climáticas.

Estas realidades que enfrentan los trabajadores rurales se vieron expuestas en los diferentes Procesos de paz, incluido el adelantado por el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP, donde se incluyó el punto denominado: Acuerdo Política de desarrollo agrario integral. Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma Rural Integral (RRI), con el objetivo de dignificar y formalizar el trabajo en el campo por medio de la equidad, la justicia y el bienestar de todos los habitantes rurales.

Hablando de la comercialización de todo lo que produce el campo, podemos decir que las dinámicas que se desarrollan en el país en este sentido no han sido las mejores. La competencia desigual, la tercerización del comercio, la falta de garantías y respaldo por parte del gobierno a los productores, han hecho que este sector se enfrente a la falta de garantías para realizar sus labores.

A partir de los Acuerdos de Paz firmados en el año 2016 quedaron consignados unos compromisos con el sector rural que partieron del reconocimiento de su importancia para la consolidación de la paz en el país. A la par de los esfuerzos de muchos sectores para que se cumpliera lo acordado, se comenzaron a activar nuevas propuestas desde la misma comunidad organizada en diferentes expresiones y también de un actor nuevo que surge del Proceso, la comunidad de firmantes de paz en proceso de reincorporación a la vida civil.

Las personas que se acogieron a los acuerdos, en gran medida del área rural, buscaron como forma de sustento económico emprender desde la producción y/o comercialización de diferentes productos, en su mayoría cultivados y procesados en el campo. Ellos se han estado enfrentando a muchas dificultades, las mismas que han sufrido por muchos años los campesinos colombianos, sumados a otras problemáticas propias de la reincorporación. Frente a esta situación se presenta una alternativa de respaldo y apoyo a estas iniciativas y es la activación del principio de la economía solidaria, como una forma alternativa a las formas tradicionales de comercialización. Se basa en el trabajo colaborativo, la cooperación, la equidad y la sostenibilidad y busca promover la colaboración entre personas y organizaciones en la búsqueda de beneficios económicos, sociales y medioambientales.

La cooperativa De Mano en Mano tiene como base este modelo económico y desde su surgimiento ha creído férreamente en que hay alternativas que permitan un desarrollo humano sostenible. Por eso hoy en el día internacional de los trabajadores y trabajadoras queremos expresar nuestro apoyo y solidaridad con los trabajadores del campo y con sus procesos económicos y organizativos, especialmente con la comunidad reincorporada que le ha apostado a trabajar la tierra a transformar sus frutos. Sabemos de sus grandes esfuerzos y sacrificios por sostener y sacar adelante sus proyectos, por eso los exaltamos en este día de lucha y resistencia y esperamos seguir trabajando hombro a hombro, apoyándolos desde todas nuestras posibilidades para que sus esfuerzos se vean recompensados y se reflejen en un futuro justo y digno.

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