La cerveza La Roja es hecha por personas que estuvieron en la guerrilla y empezaron a fabricarla como parte de la estrategia de reincorporación a sus vidas personal y financiera. En este aspecto, el acuerdo de paz plantea la realización de actividades productivas sostenibles que garanticen el pleno desarrollo de quienes hacen parte del proceso.

Nace en el Espacio Territorial para la Capacitación y Reincorporación ETCR ubicada en la vereda La Fila del municipio de Icononzo en el departamento del Tolima.

Hasta allí llegó el profesor de idiomas Wally Borderick, amigo de infancia y juventud de Carlos Grajales, ex guerrillero y responsable del asentamiento. En septiembre de 2018 Juntos planearon un taller de cervecería con la proyección de montar un pequeño negocio y vender la cerveza a quienes habitan el ETCR.

El taller contó con la previa inscripción de personas interesadas y el valor de 20.000 pesos colombianos para los insumos y los viáticos del profesor.

El primer lote de 25 litros se cocinó en “indios”, nombre que le dan a las ollas campesinas y se fermentaba en recipientes de plástico grado alimenticio. La cerveza tuvo gran acogida y se vendió en Bogotá. La noticia llegó a redes sociales viralizándose rápidamente, haciendo que empezaran a llegar pedidos sin que la nueva cervecería tuviera capacidad de producción. En la actualidad y debido a situaciones técnicas como el uso del suelo que impide la explotación industrial en el municipio de Icononzo, la Roja se trasladó a Bogotá para avanzar en los registros que necesita la cervecería para crecer. 

En la actualidad, Los maestros cerveceros permanentes son Rubén Darío Jaramillo y José Hernando Mayorga, quienes se desplazaron de Icononzo a Bogotá para seguir trabajando en el proyecto. Carlos Grajales está frente a la gerencia y Wally Broderick continúa con su labor pedagógica enseñando hacer cerveza en otros espacios y ofreciendo catas virtuales con los estilos de La Roja.