Infusión no es lo mismo que un té
Para empezar, una infusión es una bebida que se prepara a partir de agua caliente y se le añade hojas secas, cortezas, flores o frutos de diferentes hierbas aromáticas. Se las deja reposar en un recipiente cubierto durante cinco minutos hasta que consigue desprender todo su aroma y sabor. Pueden ser infusiones herbales, que se obtienen a partir de plantas o hierbas medicinales, como la manzanilla o la hierbabuena; infusiones florales, como la de flor de jazmín o el hibisco; o infusiones frutales, que se obtienen de frutas normalmente deshidratadas que se introducen en el agua caliente.
Por otra parte, el té es una bebida estimulante elaborada a partir de las hojas extraídas de una planta de origen asiático denominada Camellia sinensis. Existen muchas variedades de té que podemos identificar según su color: té rojo, verde, negro, blanco, amarillo u oolong (té azul). Además, a diferencia de las infusiones, el té contiene teína, una sustancia estimulante y químicamente muy parecida a la cafeína.
Cuanta más variedad consumas de frutos rojos proporcionará mayor cantidad de antioxidantes a nuestro organismo. Además, aportan agua, mucha fibra y azúcares, vitaminas y minerales. Veamos cuáles son esos frutos rojos y para qué sirven.
- Fresas ecológicas. Este tipo de fresas no han sido tratadas con plaguicidas ni químicos. Además, contienen un 29% más de propiedades antioxidantes y antiinflamatorias en su contenido. Aportan vitamina C, hierro y vitamina K.
- Arándanos. Su característico color azul se lo proporciona las antocianinas que hacen que tu lengua se tiña de azul. Además, elevan los niveles de antioxidantes que se encuentran en la sangre, mantienen en buen estado los vasos sanguíneos. Los arándanos al contener yodo resultan buenos para preparar la infusión frutos rojos para la lactancia.
- Cuando pruebas este fruto sentirás en tu boca un sabor ácido y dulce. Contienen vitaminas y antioxidantes. Cada 100 gramos contiene 42% de vitamina C y 38% de vitamina E. Además, contienen antocianinas y flavonoides.
- Las moras están conformadas de 50 a 150 frutitas, y todas con un hueso en su interior. Además, proporciona una cantidad de fibra, ácido fólico, vitamina C y E, algo de hierro y muchas antiocianinas. Posee propiedades antitumorales (cianidina-3-glucósido).
- Excelentes para incluirlas en postres, salsas y guisos. Son muy nutritivas como infusión de frutos rojos porque aportan vitamina C, fibra y potasio, por lo que son excelentes laxantes y depurativas.
- Son frutos que rejuvenecen. Tienen efectos depurativos y antiinflamatorios que hacen que los tejidos se rejuvenezcan. Además, aportan vitaminas C y ácido fólico, favorece el sueño (contiene melatonina, la hormona para el sueño).
Es exactamente el mismo caso del azúcar. Por ejemplo, si tenemos una manzana, que es una fruta con un contenido importante de fibra, en especial cuando consumimos también su cáscara, y la deshidratamos, esta fibra no va a reducirse ni a aumentar. Sin embargo, lo que va a suceder es que va a estar más concentrada.
Lo que sí puede verse afectado son aquellos minerales o vitaminas que son hidrosolubles. ¿Qué significa esto? Son los que se disuelven en el agua. Como ya no tenemos agua, no hay un lugar en el que puedan permanecer, por lo que su cantidad sí se ve reducida.
Aparte de cocinar unos chips deliciosos que pueden convertirse en el snack perfecto para que tu hijo lleve al colegio o que, también, lleves a la oficina para recargar las energías, hay otras formas de combinar las frutas deshidratadas.
- Ensaladas: si quieres darle a este plato un contraste de sabores y texturas, las frutas deshidratadas son una opción magnífica. En cuanto al sabor, le entregan un toque dulce que puede jugar muy bien con las verduras más saladas. Respecto a la textura, las frutas deshidratadas son parecidas a una goma, así que también puede quedar bien con una lechuga crujiente.
- Galletas: si te gusta la repostería, puedes reemplazar los chips de chocolate y hacer una versión balanceada con pequeños trozos de frutas deshidratadas.
- Cupcakes y muffins: para darle un toque frutal a estos postres, úsalas como relleno o como parte de la decoración en la parte superior. Las frutas deshidratadas quedan muy bien en unos muffins de zanahoria.
- Un arroz: los juegos de sabores con los arroces son espectaculares, un ejemplo muy claro uno con arándanos y almendras.
- Con cereal y yogurt: esta es una de las mejores opciones si quieres aprovechar las frutas deshidratadas al desayuno. La idea es, básicamente, hacer tu propio muesli con cereal y/o granola. Puedes combinarlas con nueces y almendras, más algunas hojuelas de avena, cebada y trigo, y unas cuantas semillas. Simplemente añádele yogurt para hacer un parfait o cómetelos con leche.
- Una torta: aunque es más común usar frutas confitadas con estos fines, como sucede con el panettone o el pan dulce, una buena idea es darle ese toque de frutas a estos postres con una opción deshidratada, como se suelen usar las uvas pasas.
- Pechuga de pavo rellena: todo un plato para sacarle provecho a unas frutas deshidratadas.
- Cali, Valle del Cauca.
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