Soy un campesino de las selvas del Caquetá, departamento fundado por familias que huyeron de la violencia bipartidista que desplazó a miles de familias en todo el país, especialmente desde el asesinato de Jorge Eliezer Gaitán, el 9 de abril de 1948.

En este departamento, sobre la cordillera oriental, se encuentran hermosos parajes indescriptibles de los Llanos del Yarí, las inmensas selvas y ríos, El Caguán, Orteguaza, Caquetá, La Tunia, Peneya, La Perdiz. Centenares de quebradas y riachuelos maravillosos, de lagunas inmensas con miles de especies que millones de personas ni se imaginan. Lugares como la laguna del Limón sobre las riveras del río Caquetá en la vereda La Humancia, colindante con las bocanas del río Caguán.

La Laguna del Limón, un mar pequeño de agua dulce, donde existen especies sin descubrir, esconde misterios que hasta hoy día la sociedad civilizada desconoce. En el día, las pirañas son las dueñas del poder, es decir, las demás variedades de peces que habitan la laguna no salen ni pueden merodear cazando en busca de comida, ellas, las pirañas, tienen el poder de seis de la mañana hasta las seis de la tarde.